Los procesos de lectura y escritura son el punto de partida para que el aprendiz con discapacidad visual pueda alcanzar una alfabetización donde el análisis, síntesis, agilidad numérica y la toma de decisiones, le garanticen una educación inclusiva de calidad, donde sus competencias estén en igualdad de oportunidades con sus pares convencionales.
El código braille y la tecnología son complementos que favorecen las adaptaciones curriculares para todos los niveles y modalidades de la educación. Por ello es conveniente que docentes y escolares puedan apropiarse de la signografía braille con el objetivo de preparar los materiales didácticos de acuerdo al temario desarrollado en los diferentes proyectos de aprendizaje. En este orden de ideas, les compartimos un enlace donde podrán comenzar a familiarizarse con el braille integral: Tecnobraille: tutorial virtual en español.
Si el escolar va desarrollando su perfil de acuerdo con las exigencias del currículum, se le deben brindar los conocimientos acordes a su evolución académica. Por ende, es necesario retomar la enseñanza del braille grado II, conocido también como estenografía, valorando que en la secundaria será un apoyo ante el nivel de exigencia que se aplica acorde a cada una de las asignaturas del grado que cursa.
Es una realidad que, con la evolución de los recursos tecnológicos, muchos escolares con discapacidad visual han dejado a un lado la escritura y la lectura del código braille, siendo sustituida por grabaciones, lecturas mediante programas OCR, entre otros recursos didácticos que les permiten tener un mayor acceso a la información en tiempo real. Pero es importante que tanto el docente como el discípulo, puedan equilibrar el braille y la Tiflotecnología, porque al leer a través del tacto se garantizará un buen uso de las normas ortográficas, el conocimiento de aquellas palabras que se escriben de una forma pero se pronuncian distinto, y el empleo de normas para la redacción de textos, entre otros aprendizajes que favorecerán su evolución educativa.
Necesidades y retos
En este momento es conveniente que la Imprenta braille Simón Bolívar, pueda ser garante de la producción de materiales literarios en braille y distribuirlos en las diferentes Unidades Operativas del País, como apoyo a la formación de los niños y niñas con discapacidad visual. Igualmente, el estado venezolano ha invertido en los Centros de Apoyo Tecnológico que funcionan en varias Regiones de Venezuela, por lo que es importante diagnosticar el estado de sus equipos y aprovechar sus espacios para la generación de textos adaptados en sistema Braille que puedan impulsar el hábito de la lectura en la población con discapacidad visual.
Es innegable que el alto costo de los recursos tiflotécnicos como: pizarras braille, regletas, punzones y máquinas Perkins, es otro factor que incide como una barrera para la alfabetización escrita, por ello un reto es procurar bajar los costos de estos implementos tiflológicos y facilitar su adquisición por parte de quienes lo requieren.
En síntesis, el 4 de enero no solo debe ser una fecha para recordar el aporte de luz y conocimiento que dejó Louis Braille, sino una fecha que también impulse la planificación y ejecución de acciones que promuevan su legado en las nuevas generaciones.
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Requiero de capacitación, información sobre la tiflotecnologia para apoyar a una alumna ciega en México.
En México especificamente en Puebla a dónde me dirijo para información y/o capacitación?
En México falta mucha información, lo que comparten de Venezuela ésta muy bien la información pero en México no existe.