La actitud y comportamiento que tengamos ante esta situación influirá significativamente en la evolución de los niños. Por ello es de vital importancia que estemos informados sobre las dificultades reales de la ceguera o de la disminución visual de nuestro hijo.
El bebé, al estar privado de visión, causa en nosotros una angustia indescriptible y mucha frustración, ya que es LA MIRADA el primer código de contacto y de comunicación entre él y nosotros y que gracias a ella se establece un diálogo espontáneo entre mamá/papá y el bebé. Al no haber visión, no se produce la interacción que esperábamos con nuestro hijo. Tratamos de evitar miradas, y en muchas ocasiones quizá no sintamos el deseo de tener al bebé en nuestros brazos.
Pero es en este mismo proceso donde MAMÁ y/o PAPÁ juegan un papel importante para el desarrollo afectivo-emocional. Como padres debemos aprender a utilizar otra serie de conductas sociales. Ya no hay mirada pero hay un amor infinito. Este mismo amor desencadena caricias, risas, canciones, que van a construir la nueva forma de comunicación con nuestro bebé y van a incidir directamente en su desarrollo de manera positiva brindándole seguridad y confianza, lo que le permitirá establecer relaciones con los demás.
Tips para los Padres de bebés con discapacidad visual
- Al bebé con déficit visual debemos hablarle con modulaciones de voz distintas para que sepan diferenciar lo que sucede en su entorno.
- Nombremos cada actividad que se haga con el bebé, de ésta manera estaremos dando significado a lo que acontece a su alrededor.
- Todos los traslados y maniobras que se le hagan al bebé deben ser suaves, sin brusquedad, siempre anticipando con palabras la actividad que vayamos a realizar con él. Es muy importante hacer la descripción de estos movimientos con frases o alguna señal, de esta manera estaremos ayudándolo a que no se sobresalte.
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Cada vez que podamos tenemos que cantarle o hablarle al bebé para hacerlo sentir querido, acariciado, feliz, y sobre todas las cosas seguro.
Para que estas sugerencias puedan desarrollarse de la mejor manera los padres deben valorar a su hijo por lo que es, por lo que tiene y no por lo que le hace falta. La no aceptación de la discapacidad visual del bebé, o la sobreprotección, lo volverán pasivo e incapaz de aprender.
En ningún momento los padres deben sentir lástima o considerar a su hijo inferior a los demás. Esto a lo que conduce es a generar en el bebé dependencia e inseguridad en sí mismo. Los padres deben buscar actitudes positivas que despierten el interés del bebé, así aprenderá con alegría y con seguridad y dominará sus miedos.
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