Su padre, Simon-René, venía de una ascendencia de talabarteros, oficio con el que pudo sostener a la familia de escasos recursos.
Nació Louis Braille en Coupveray, aldea distante unos treinta y cinco kilómetros de París, que entró en la historia comenzando el siglo diecisiete y muy pronto adquirió la categoría de municipio. Está situada en una pequeña colina que desciende al valle. La casa donde nació Louis está en la parte baja, y fue construida en la segunda mitad del referido siglo.
La habitación de Louis, ya adulto, estaba en el segundo piso pero a nivel del jardín pues este no es plano. El taller de talabartería donde el niño Louis se hirió el ojo derecho no estaba entonces en la casa, pero sí muy cerca de ella. Fue trasladado después, cuando los hijos fueron formando sus propios hogares. Por cierto que el niño se entristeció mucho cuando se casó su hermana mayor, Monique Katerine, por cuanto ella lo dormía con cuentos, y cuando él la acompañaba a buscar agua ella lo divertía por el camino contándole más cuentos.
Los hermanos de Louis acordaron darle la casa en propiedad plena, la cual a su muerte quedó en manos de sobrinos, quienes luego la vendieron a la familia Crappart. El 29 de marzo de 1952 estos la vendieron a la Asociación Amigos de Louis Braille. Hoy es un museo tiflológico a cargo de la Unión Mundial de Ciegos; y aun más: el 8 de diciembre de 1966 fue incorporada a los monumentos históricos de París. La calle donde está ubicada lleva el nombre del inventor.
El programa de educación francés contempla la enseñanza del braille, de modo que todo escolar en Francia lo conoce. Pero aún la nación está en deuda con homenajes al ilustre hombre, como lo es colocar una placa recordando que donde está la estafeta de correo que en otro tiempo fue una escuela para personas ciegas, en la calle San Víctor, se inventó el sistema braille.
¿Dónde está el piano de Braille?
Braille a los veinte años ya tocaba muy bien el piano. El director de la institución de ciegos comenzó a llevarlo junto con otros compañeros adultos a pasear por París y visitar bares, donde tuvieron la experiencia de ingerir licor y compartir con damas de la sociedad. Entonces Louis pasó a ser el centro de las reuniones con sus interpretaciones al piano. Los aplausos, halagos y brindis, no se hacían esperar; pero el joven llegaba algo fatigado a la institución y en su habitación encontraba la calma anhelada. Comprendió que esa no era su vida. Él quería ser profesor de piano y estudiar órgano, lo cual hizo, llegando a trabajar como organista en algunas iglesias parisinas como la de Notre dame y la de San Nicolás de los Campos, cuyo órgano desean tocar los más destacados intérpretes que visitan la capital francesa. Por cierto que el ultimo desempeño que tuvo en la institución fue el de seguir con las clases de piano.
Gran músico fue Louis Braille, quien dejó para las personas ciegas la manera de leer y escribir música sin necesidad del pentagrama. También se ocupó de las personas que ven, al inventar un sistema para hacer las letras convencionales por medio de puntos y así facilitar la comunicación entre personas ciegas y visión normal. Este invento le sirvió para construir junto con François Foucault, otro compañero ciego, la primera máquina de escribir, que luego dio paso a la computadora. Entonces la maquina funcionaba accionando palancas; después las teclas sustituyeron las palancas.
La visión que se apagó en sus ojos se prendió con creces en su cerebro. Por eso está en el Panteón de Hombres
Ilustre de Francia (Panteón de París), como benefactor de la humanidad. Sólo faltó que hiciera milagros para ser Santo. Su vida toda esta llena de santidad. Y todavía hay mucho que expresar de Louis Braille.
Nota: Este artículo fue publicado originalmente en Signo Generador, órgano Divulgativo del Consejo Venezolano del Braille, año 15, número 15, agosto2016.
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