El escrito incluido a continuación corresponde al derecho a réplica de la Sociedad Amigos de los Ciegos a nuestro artículo anterior, escrito por José Peralta.
La mentira tiene patas cortas, por eso la verdad siempre la alcanza. Y eso demuestra que el bien siempre triunfa sobre el mal. Es triste y lamentable que personas que desconocen la trayectoria de la Sociedad Amigos de los Ciegos se presten para supuestamente afirmar que la Sociedad Amigos de los Ciegos, con 88 años de trayectoria, cobre a las personas con discapacidad visual de Venezuela un solo bolívar por los servicios de consultas médicas que prestamos en nuestra Institución. Tal es el caso, de los ciudadanos José Baudilio Peralta, Gladys Morillo, María Gloria Peniza, José Ceballos, Oscar Briceño, Antonio Blanco, Maguer Palomo, Noraima Uzcátegui, Luis Zambrano, Maritza Pérez, Thania Sánchez, para solo nombrar algunos, miembros honorarios y dirigentes de instituciones de FEVIC, quienes regularmente y en forma muy periódica utilizan los servicios médicos de nuestra Institución.
En tal sentido, LOS RETO a que muestren públicamente algún recibo o factura donde la Sociedad Amigos de los Ciegos y su Consorcio de Clínicas les haya cobrado a cualquier persona con discapacidad visual de Venezuela algún dinero por servicio de consulta médica prestada, e invito a cualquier persona o institución pública o privada nacional e internacional que así lo desee a visitar a nuestra Institución, en la cual reposan toda la documentación que certifica los servicios prestados a este grupo de personas con discapacidad visual, que durante muchos años han venido recibiendo de manera gratuita.
Igualmente hacemos del conocimiento que durante los últimos 30 años, nuestra Institución ha exonerado más de 50.000 consultas médicas para personas con discapacidad visual, y más de 100.000 en nuestro programa prevención de la ceguera a las personas de la comunidad y además ha venido prestando un servicio de rehabilitación funcional, programas de coral y teatro, donaciones de bastones, regletas, medicinas, lentes y becas escolares, sin que esto tenga ningún costo para las personas con discapacidad visual de Venezuela. Por eso nosotros, como Institución, exigimos el mayor de los respetos por toda nuestra trayectoria y servicios que prestamos a las personas con discapacidad visual de Venezuela, y una vez más queda comprobado que la mentira tiene patas cortas y los retamos a que aquellos pseudo dirigentes que dirigen Instituciones de y para Personas con Discapacidad Visual de Venezuela, a que muestren al país y a la comunidad Internacional las obras tangibles y palpables que hayan logrado en pro de las personas con discapacidad visual, ya que son en su mayoría Instituciones de maletín, que solo buscan su beneficio y provecho personal.
Otto Tovar
Director de la Sociedad Amigos de los Ciegos
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Antes de comentar sobre los aspectos contenidos en la réplica de la Sociedad Amigos de los ciegos, titulada La mentira tiene patas cortas, quiero en justicia, otorgar los créditos al compañero Víctor Atilio Carrasquero, por sus importantes aportes tanto en la redacción como en la formulación de los planteamientos contenidos en el Artículo Triste Noticia, Unión Latinoamericana de Ciegos Avala Ilegalidad en Venezuela, los cuales nutrieron de manera significativa la temática abordada en el escrito.
En relación a la réplica antes citada, es importante acotar que en el artículo Triste noticia, se hace mención a la asistencia médica, pues si bien es cierto no se cobra la consulta, de acuerdo a la información suministrada por un importante número de personas con discapacidad visual que han hecho uso de los servicios que ofrece Clinisac, si se cobran los exámenes de laboratorio y los estudios rutinarios y especiales que necesita el paciente, así como cualquier otro servicio médico adicional que requiera.
En cuanto al otorgamiento de becas, regletas y bastones fundamentalmente a estudiantes con discapacidad visual, pienso muy particularmente que es lo menos que deben hacer, puesto que el señor Mevorah Florentín, fundó la sociedad Amigos de los Ciegos y trabajó arduamente para construir las instalaciones en las que hoy funciona Clinisac, a los fines de garantizar una educación integral y de calidad totalmente gratuita a las personas con discapacidad visual, no solo de Caracas, sino de toda Venezuela, pues allí, cursamos estudios de preescolar y primaria bajo el régimen de internado, muchos entre ellos mi persona, que le agradecemos profundamente al señor Mevorah Florentín, el haber realizado tan loable labor en beneficio de las personas con discapacidad visual.
Cabe recordar, que en dichas instalaciones funcionó hasta 1985, la Escuela Mevorah Florentín, la cual tuvo que salir de estas instalaciones al parecer por diferencias muy marcadas con quienes para ese entonces dirigían la Sociedad Amigos de los Ciegos.
Esta salida de la Escuela de las instalaciones de la SAC, siempre fue rechazada por las organizaciones de Personas con discapacidad, lo que condujo en 1987 a la toma de las instalaciones en referencia, llevada a cabo por la Federación, presidida para ese entonces por el Doctor Héctor Morillo, bajo el lema, que vuelva la Escuela Mevorah Florentín, objetivo que no se logró, culminando esta acción con la ejecución muy violenta de un interdicto judicial, durante el cual fueron brutalmente atropellados muchos compañeros entre los cuales podemos citar a María Gloria Peniza.
Finalmente debo aclarar, que hasta ahora no he necesitado usar los servicios de Clinisac, pues al estar residenciado a más de 3 horas de Caracas, me sale más económico pagar la consulta en alguna clínica de la localidad que trasladarme a a Clinisac.
Es por eso y mucho más que las mentiras tienen patas cortas y aunque sea al final, la verdad siempre se impone.