Producto de un trabajo mancomunado y surgido por los deseos de innovación a los que nos lleva la actuación de obras con muchos personajes y pocos actores; con variados escenarios y escasos recursos surge la idea del teatro a ciegas. Habíamos oído hablar de experiencias en México y en Argentina las cuales, por cierto, son diferentes a la nuestra.
La característica fundamental de esta obra es que se produce una mezcla de emociones y sentimientos que surgen, no sólo por el tema que toca, sino porque la misma se presenta en ausencia de luz. La imaginación juega un papel importante, como en todo lo que conforma el mundo de la persona ciega. Aquí, invitamos a que el público haga lo mismo: que cierre sus ojos, para que la pupila al adaptarse a la oscuridad no les haga el juego de ver, y así, crear todos los elementos escenográficos y vestir a los actores. Es lo que hemos llamado teatro a ciegas el cual es hecho por personas ciegas para todo tipo de público en igualdad de condiciones.
El trabajo teatral se hace presente a través de los desplazamientos y las entonaciones. Los énfasis y los silencios. La obra, además, está reforzada por la maravillosa música producida por Händel, El Mesías de la cual tomamos, para dar inicio a la función, la Obertura, y, para sellar el cierre usamos el Amén. También la voz de Dios y el evento central de la obra son acompañados por melodías de esta hermosa obra que contribuyó a que Händel no fuera hecho prisionero a causa de sus deudas . El grupo de actores, junto al público interpretan nuestro famosos Niño Lindo y toda la obra tiene un fondo musical con piezas instrumentales como Noche de Paz, ¿Qué Niño es Éste? y el Burrito Sabanero.
Desde su estreno, El Niño que no creía en Dios ha representado para el grupo una manera de agradecer al Altísimo todas las bendiciones que nos ha concedido a lo largo del año. Lo que hemos considerado negativo se ha visto suavizado y hemos sido fortalecidos espiritual y moralmente; hemos crecido en amor y somos cada día más familia. Lo positivo no nos impide alabar al Señor, proveedor amoroso Padre quien nos cuida permanentemente.
El Niño que no creía en Dios es el resultado de la obediencia: Carlos Alberto escribió cuando la musa lo inspiró. Yo escribí sobre la base de ese cuento cuando el Señor me despertó. El grupo añadió, quitó y, lo más importante, puso en evidencia sus expresiones y sentimientos para mover los corazones del público.
Como la experiencia ha tenido resultados positivos, este año volvemos a ponerla en escena con la fe y la esperanza puesta en que, una vez más se cumplirá la promesa:
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite…
Isaías 9: 6 y 7a
Invitación a El niño que no creía en Dios
Cooperativa Teatral Prof. Eduardo Calcaño Calcaño, primera agrupación teatral de personas con discapacidad visual de Venezuela. En el marco de la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, te invita.
El niño que no creía en Dios, basado en un cuento de Carlos Alberto Palacios. ¡Viva la experiencia del Teatro a Ciegas! Sin luces…
Se recomienda no traer niños. Excepción: Hijos de personas ciegas.
Habrá dos funciones, una en la UNEFA y otra en la Escuela de Artes Escénicas:
Primera función
- Fecha: 29 de noviembre de 2017.
- Hora: 9:00 AM.
- Lugar: Sala Alí Primera, UNEFA, sede principal. Avenida La Estancia, Chuao. Caracas.
- Entrada: Libre.
Segunda función
- Fecha: 29 de noviembre de 2017.
- Hora: 2:00 PM (puntual).
- Lugar: Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo. Esquina El Cuño, Altagracia. Caracas.
- Entrada: Libre.
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