Catorce recomendaciones recopiladas y de autoría propia. Autorizada su ampliación y su actualización.
Introducción
Hoy no es sorprendente y resulta casi común ver en la calle y en sitios públicos a persona con baja visión o carentes totalmente de visión. A estos seres se les identifica genéricamente como ‘personas con discapacidad visual’. Antes, cuando se hacía referencia a la persona ciega, iba implícita la deficiente visual; pero por cuestiones pedagógicas se fue haciendo esta separación, que no afecta en absoluto al grupo. Las legislaciones han decidido las diferentes discapacidades, siguiendo básicamente los postulados de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Venezuela, como fueron las personas totalmente ciegas en su mayoría quienes primeramente tomaron las calles, aún el colectivo no las asocia definitivamente con las que tienen un resto de visión, no tomándolas mucho en cuenta, lo cual parece estar disminuyendo las conquistas alcanzadas años atrás. Por eso en Europa, especialmente en España, las personas ciegas totales o con muy poca visión son atendidas aparte, y la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) ha creado fundaciones para las otras discapacidades.
Al grupo disminuido visual también le sirven estas recomendaciones, por cuanto contribuirán a su mejor desempeño y así podrán ayudar con mayor facilidad a sus compañeros de discapacidad. Quienes difundan estos tips pueden reforzarlos con nuevas ideas, siempre pendientes al trato de las personas que ven con las que no ven, poniendo la mayor claridad en las expresiones. ¡Éxitos!
Qué hacer cuando encuentre una persona con discapacidad visual
- Cuando usted se encuentre con una persona con discapacidad visual recuerde que es un ser con personalidad propia y definida. Esto es, que por sobre la discapacidad está la persona. Sabe que no puede ver o ve con deficiencia, pero es muy probable que ya se haya acostumbrado a este hecho. Respete su manera de pensar y bríndele su solidaridad y apoyo.
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Cuando usted se encuentre a una persona con discapacidad visual dese cuenta que puede hablar, oír, tomar decisiones y desarrollar muchas de las actividades diarias igual que cualquier otra persona de visión normal. No es un milagro que pueda ver la hora, usar el teléfono y el cajero. Puede tener algunas dudas en un momento determinado, porque no es que posea un sexto sentido, sino que ha tenido que aprender a emplear más intensamente los sentidos del tacto y el oído. Usted va a descubrir que en muchos casos su ayuda requerirá de muy poco esfuerzo de parte suya, sólo que como cualquier persona, algunas tendrán mayor habilidad que otras. Cada quien sobresale o difiere según sus propias características, lo cual es normal en los seres humanos.
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Cuando converse con una persona que presente discapacidad visual recuerde que la mayoría de sus intereses pudieran ser los mismos que los suyos. No es necesario evitar el tema de la ceguera. En su conversación diga la palabra ‘ver’ tan a menudo como lo haría con una persona de visión normal. Tampoco evite referirse a colores. El color es una sensación netamente visual, pero no es impedimento que los conozca y sepa de sus combinaciones; y por lo mismo que no los conoce, no soñará con ellos, lo cual no será motivo de frustración.
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Cuando guíe a una persona con discapacidad visual permítale que se tome de su brazo en vez de usted tomarle el suyo. El movimiento que usted haga con su cuerpo le advertirá anticipadamente si ha de subir o bajar, avanzar o detenerse. Si contrariamente usted le toma del brazo, puede producirle confusión o provocarle inseguridad. Esto vale para subir o bajar aceras y escaleras, atravesar una avenida, y sortear desniveles u obstáculos imprevistos. Si la persona es alta de tamaño tenga el cuidado de mirar hacia arriba para no tropezar con un toldo o aviso.
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Al darle indicaciones de dirección a una persona con discapacidad visual no emplee términos como aquí, allí, más acá, por allí, un metro, u otros similares. Procure decirle izquierda, derecha, atrás, adelante. No hacerlo así constituye un error muy común que puede acarrear serios accidentes. Aun cuando lleve bastón, éste solamente es un ligero alargamiento del índice o el brazo.
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Cuando acompañe a un restaurante una persona con discapacidad visual póngale la mano en el espaldar de la silla. Luego léale el menú incluyendo los precios. Pregúntele si necesita que le corte la carne o cualquier otro comestible y si le agrega azúcar al café, o sal al alimento, o cualquier otro aderezo como vinagre,guasacaca,o cualquier otro. Dígale cómo están ubicados los alimentos en el plato. Si hacia adelante, a cada lado y hacia su cuerpo; y qué hay delante del plato, el vaso con agua o jugo, una jarra, los frascos y las servilletas.
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Al ofrecerle asiento a una persona con discapacidad visual lleve su mano al brazo o espaldar de la silla o mueble. No encontrará dificultad alguna para sentarse. En un automóvil, guíe su mano hacia la puerta. En caso de un taburete o banco sin espaldar póngale delante de manera que, echando el brazo hacia atrás, pueda ubicarlo para mayor seguridad.
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Si usted vive o trabaja donde habita una persona con discapacidad visual mantenga siempre las puertas bien abiertas o bien cerradas y los pasillos despejados, sin floreros u otros adornos en el medio. Muchos accidentes lamentables pudieran evitarse tomando estas sencillas precauciones. Hágale saber, y al principio recuérdeselo algunas veces, si algún mueble u objeto ha sido cambiado de su sitio habitual. Compréndase y acéptese que en todo hogar, oficina u otro lugar de trabajo, deben cambiarse las sillas y otras cosas de acuerdo a las necesidades presentadas. Es más, las mismas personas con discapacidad pueden opinar o sugerir cualquier cambio.
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Cuando se encuentre con una persona que presente discapacidad visual indíquele a ella directamente lo que le va a decir y no a través de quien le acompaña. Igual sucede en un despacho público: si la persona del otro lado de la taquilla se dirige a usted, hágale señas para que hable con la persona que solicitó la información. La carencia de visión no le ha incapacitado para comprender lo que se le está indicando y, sobre todo, recuerde que su discapacidad es visual y no auditiva.
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Cuando entre a una habitación donde se encuentra una persona con discapacidad visual hágase notar rascándose la garganta, produciendo un canturreo, o diciendo una palabra, y si es necesario identifíquese. Igualmente hágale saber cuando se retire. Así le evitará hablarle a alguien que no está. Esto se puede aplicar también en grupos donde ella participe.
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Cuando acompañe a una persona con discapacidad visual a un lugar desconocido por ella infórmele discretamente sobre la ubicación de las cosas en la habitación, apartamento o casa. En un salón de reunión, dígale las personas presentes si las conoce. En una fiesta, preséntele sus amistades para que disfrute al igual que usted. pero si puede intuir que alguna persona no le agrada procure su alejamiento de ella o del sitio, pues usted tampoco quisiera estar al lado de una persona que no es de su agrado. Si tiene a alguien a quien conozca acérquesele. Así otro día querrá salir con usted
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Si desea ayudar a una persona con dviscapacidad visual pregúntele primero si la necesita. Muchas pueden hacer las cosas por sí mismas y no les gusta ser ayudadas si antes no se les consulta. Piense que siendo un ser normal, actúa de acuerdo a su criterio mientras que hay otras personas que, aun cuando pueden desenvolverse por sí solas, no ofrecen oposición a la ayuda y la agradecen para agradar a quien le presta su atención. Su propio sentido común será su guía más fidedigna. Si siente compasión, no la manifieste, por cuanto no se sabe cómo pueda reaccionar. Convierta su lástima por un servicio al prójimo.
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Si usted le está leyendo a una persona con discapacidad visual, no lo haga tan de prisa e indíquele las ilustraciones que aparecen en el texto. No le omita ningún párrafo o detalle por creer que no le interesa. Usted le está prestando sus ojos que mediante su voz le llegan al oído a la otra persona. Igualmente si le está tomando dictado. Usted puede opinar o sugerir, pero en fin de fines, tiene que hacerlo como se lo indique.
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Su trato con una persona en condición de discapacidad visual no tiene que exceder a su tolerancia. Esquivando con un leve movimiento del brazo por el cuerpo, debe ser suficiente. Lo que sí debe indicarle es si la ropa presenta una mancha o cualquier otro detalle, al igual que el calzado. Extrañamente hay personas a quienes no les gusta que le señalen estas cosas; pero son las menos. Otras después rectifican, como deben hacerlo en cualquier otra consideración que les dispensen quienes desean hacerle la vida más llevadera, sin menos contratiempos. En suma: ¡Feliz!
Nota: Este artículo fue publicado originalmente en Signo Generador, órgano Divulgativo del Consejo Venezolano del Braille, año 15, número 17, diciembre 2016.
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